Es obvio que no soy un experto en economía y quienes me conocen lo saben, pero me parece urgente detener el boicot a los productos catalanes que muchos han puesto en marcha este mes de octubre como protesta contra los independentistas. Creo que hay dos razones poderosas para ello. La primera es que estamos viendo cómo más de quinientas empresas han abandonado Cataluña en menos de quince días. Está claro que se está empobreciendo a Cataluña a causa del desafío independentista al Estado español. Pero se empobrece toda Cataluña; también esa mitad de la sociedad que no comulga con las autoridades de su Comunidad y que bastante tienen ya con soportar la presión que estas han ejercido durante décadas sobre ella. Además de soportar la falta de libertad, el adoctrinamiento, la mentira permanente y el acoso, el ninguneo y la marginación, ahora se ven más pobres que hace un mes. Quizás a corto plazo no lo parezca tanto, pero a medio y largo plazo, esa fuga de empresas es tejido productivo perdido, es desempleo, es pobreza; y no nos engañemos: la empresa que ya se ha ido, no volverá en muchísimo tiempo, los bancos incluidos. La primera razón, me parece urgente, por pura solidaridad con los hermanos catalanes, que ya llevan bastante encima como para echar mayores cargas sobre ellos.
La segunda razón es de tipo pragmático. Cataluña seguirá en España sí o sí. ¿Alguien cree que si Cataluña entra en recesión, eso al resto de España no le va a afectar? La economía catalana supone el 19% de la economía española. Cataluña y España no son dos compartimentos estancos; lo que pasa en una repercute en la otra. Ya hemos podido constatar que las agencias internacionales rebajan la nota de la deuda catalana y que en toda España baja la bolsa , sube la prima de riesgo y desciende el consumo. A España le sale ahora más caro financiarse que hace un mes.Ya hemos podido constatar, igualmente, que las previsiones de crecimiento para toda España han sido revisadas a la baja. Si se salva Cataluña, nos salvamos todos, pero si Cataluña se hunde, nos hundimos todos con ella. ¿Y saben por qué? Porque Cataluña es y seguirá siendo España, así de sencillo y de simple. A quienes leáis esto os pido que no secundéis la iniciativa de boicot a los productos de Cataluña; seguid vuestra vida normal y comprad lo mismo que venís comprando y consumiendo durante todo este año 2017. Y pasadlo a vuestros amigos y conocidos. Conviene frenar ese boicot.
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