sábado, 10 de abril de 2010

Número cien. Año nueve


A veces iniciamos algo de forma titubeante, con un futuro incierto, con un cierto temor
ante el resultado que vayamos a obtener, o a no poder estar a la altura si, finalmente, no
hemos calculado bien las fuerzas. Más o menos, de esta forma iniciaba en el año 2001,
sin apenas práctica alguna con Internet, la página web que entonces comenzó
llamándose “thalithaqumi”. Estaba alojada dentro de “geocities” (que, por cierto, acaba
de cerrar y de clausurar todas las páginas que alojaba). Se trataba de una página
personal de alguien totalmente desconocido, sin ningún grupo humano o institución que
la respaldara; por eso sus inicios fueron muy modestos. Sin embargo, tenía una
herramienta en mis manos y era la página de estadísticas. Ciertamente los números que
mostraba eran bajos, pero siempre un mes tras otro, reflejaba una tendencia al alza.
Conforme fue alojando más textos y documentos, empezó a aparecer en los buscadores,
lo que hizo que fuera cogiendo impulso. En seguida me di cuenta de que debía tomarme
la página con toda seriedad y con pleno sentido de la responsabilidad, pues cada vez era
mayor el número de gente que la seguía y que recurría a ella. Por otra parte, si las
primeras críticas que recibió fueron demoledoras por parte de compañeros y de gente
cercana, mi obispo me animó mucho diciéndome que hacía falta la presencia de la
Iglesia en la Red. Ciertamente, por aquellas fechas, las páginas de contenido religioso
no abundaban, precisamente. Es ahora cuando tienen una mayor pujanza y son
realmente abundantes.

Yo comprendo que la página de 2001 adolecía de varios defectos. El primero de ellos
era su diseño, pero ya digo que mi conocimiento de Internet por aquel entonces era de
mínimos, o, incluso, más bajo. No obstante, creo que el contenido la fue salvando de la
quema. Otra gran dificultad que presentaba era su nombre; lo complicado que resultaba
a todo el mundo escribir “thalithaqumi” sin cambiar una hache ni otro dígito y poderla
encontrar. Además, estaba alojada en una sección de yahoo que se llamaba geocities, y
era necesario poner una dirección larguísima que incluía esas dos palabrejas, además de
algunos puntos y barras, lo que hacía realmente muy dificultosa su localización. Así
que, en 2003 decidí cambiarla de alojamiento y tomar un dominio propio. Era también
el momento adecuado para cambiarla de nombre y poner algo que fuese sencillo de
recordar y de escribir, a la vez que de un contenido bíblico o teológico bonito y
atrayente. De esta manera, en 2004, www.geoticies.com/thalithaqumi pasó a ser
www.elcantarodesicar.com, lo cual fue un punto de inflexión en la evolución de la
página. Su conocimiento se difundía con mayor celeridad y las visitas aumentaban. Las
secciones, algunas algo vacilantes, del principio, se redujeron a las que verdaderamente
suscitaban interés y suponían un servicio a quienes visitaban este espacio. Así, quedaron
como fijas las que hay en este momento.
Un paso adelante supuso la incorporación de recursos multimedia. Primero, la lectura en
audio del evangelio del domingo. Más tarde, conectamos con H2Onews que, de forma
gratuita, proporciona vídeos con noticias sobre la Santa Sede y la Iglesia para páginas
católicas. Y en seguida, surgieron los vídeos con la predicación del evangelio de cada
domingo, todo producción propia, en la sección “elcantarovideo”, y que va ya por el
tercer año de su existencia. Poco a poco he ido mejorando también la calidad y los
efectos de los vídeos. Ahora necesito una cámara mejor, que incorpore salida externa de
micrófono para poder grabar el audio alejado de la cámara, pero hacen falta recursos y
ya llegará cuando se pueda. En You tube, tienen unas cien visitas cada domingo, pero
no incluyen los que lo ven a través de los archivos de envío de correo masivo ni los que
los incluyen en redes sociales como Facebook y otras. Tengo constancia de que son
visionados en algunos colegios en la clase de religión y que son estudiados y analizados.
También me consta que existen grupos de liturgia en las parroquias y comunidades que
preparan la celebración de cada domingo con los materiales de liturgia que propongo.
Y, por supuesto, muchos sacerdotes me dicen que les resulta de gran ayuda para
preparar la homilía, incluso la misa del domingo. También son muy consultados
algunos documentos de otras secciones. Los tres más vistos, en este orden, son “Las
siete palabras de Jesús en la cruz” (Piedad); “Cómo mejorar la autoestima” (de Marisol
Laborda, en Plaza Mayor) y “Jonás, algo más que un libro de aventuras” (de Rafa Fleta,
en Plaza Mayor).

Las visitas se producen cada mes de más de treinta países diferentes, pertenecientes a
los cinco continentes. El número va siempre en alza. A veces sube menos, otras veces
sube más, pero siempre va hacia arriba. En estos momentos, se encuentran unas cien
visitas diarias, lo que supone un total de 3000 mensuales. En la Cuaresma y la Semana
Santa, el número se duplica o se triplica. Si el récord de número de entradas en un solo
día se mantenía hasta ahora en 800, el pasado Viernes Santo rompió todas las barreras, y
sólo en ese día superó las 1.150. Sé que siempre es delicado publicar este tipo de datos,
pero es una forma de celebrar el número cien de elcantarodesicar y de, sobre todo,
agradecer a cuantos apoyáis la página, a cuantos la seguís con asiduidad y a todos los
que dáis ánimos para seguir con ella adelante.

Si la persona y el mensaje de Jesús tienen que ser difundidos hoy en día, deben serlo
también a través de los medios que la sociedad pone a nuestro alcance. Y lo que la falta
de salud en un cura le impide hacer desde una responsabilidad concreta, no le impide ser
evangelizador de otras maneras; en la Red, como es mi caso. Muchas veces soy
consciente de que estoy llegando a mucha más gente por este medio, directa e
indirectamente, de lo que llegaría desde cualquier parroquia o desde cualquier otro
puesto de los que solemos ocupar los presbíteros para el desarrollo de nuestro ministerio
apostólico. Es una forma también de estimularme a mí mismo el pensar este
planteamiento. Realmente, estuvo presente a la hora de decidirme a poner este proyecto
en marcha.

Por cierto, y terminando ya, que me agrada y asombra que justo el número cien coincida
con el número de la Pascua de 2010. Queda todo muy redondo, ¿no? Pues brindo con
todos vosotros por lo conseguido hasta ahora y por que el mensaje de Jesús llene todos
los medios privilegiados de comunicación que la técnica pone a nuestro alcance, aunque
sea de una manera modesta como ésta. El Señor ha resucitado. Felicidades. ¡Aleluya!

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