El juzgado de Daroca me absuelve de las demandas presentadas contra mí por la publicación del artículo "Festival benéfico en Cariñena: ¿Verdadero o fiasco?" del 7 de noviembre de 2011 y carga las costas sobre los demandantes, Jesús Arruga y Sergio Ortiz
El
21 de septiembre se dio a conocer la sentencia de la juez de Daroca,
en primera instancia, que
me absuelve completamente de lo que Jesús Arruga y Sergio Ortiz me
acusaron
en sendas demandas
contra mí como reacción al
artículo publicado por mí el día 7 de noviembre pasado en
mi blog y en la página web de la parroquia de Cariñena. La juez
hace un exhaustivo análisis de
mi texto y, aunque la sentencia es mucho más explícita, se podría
resumir en dos ideas fundamentales:
1. Quien
realiza una función o acto público se
somete a las opiniones legítimas de los
ciudadanos,
cuya libertad de expresión no queda sometida a otros derechos por
cualquier causa
que no les caiga bien a los afectados.
2. Dado que la
recaudación fue transferida desde las cuentas publicitadas a
otra cuenta no
anunciada al público y en la que son disponentes mancomunados mis
demandantes, la información que doy en mi artículo es considerada
veraz,
por lo que no ha lugar a las acusaciones
que se
plantean. No obstante, la sentencia puede ser recurrida por quienes
han perdido el juicio (por uno o por ambos), ante la Audiencia
Provincial de Zaragoza.
En
un auto aclaratorio expedido con posterioridad, su señoría
explicita que las
costas del juicio recaen sobre las partes demandantes.
Cuando ha pasado casi un año desde los hechos, el daño está ya
causado. El alboroto de la reacción
de mis
demandantes y la manipulación ante la opinión pública para
desacreditarme les ha hecho caer
a ellos
en aquello mismo de que me han acusado a mí pero elevado a la
enésima potencia, causando una
lesión inestimable a mi imagen, mi crédito, mi honor y mi fama,
siendo perfectamente conscientes
de lo
que hacían. Las sospechas y desconfianzas hacia mí, los insultos,
las amenazas, las calumnias de muchas personas... ¿Donde quedan
ahora? No cabía esperar otra sentencia diferente. La amplificación
y exageración -fuera de quicio
en muchos momentos- por parte de sus letrados respectivos en la
vista, ahonda aún más en la
comisión
hacia mí de aquello que ellos mismos denunciaban. Sin duda estaban
dirigidas a complacer los oídos
de sus clientes en su sed insaciable de descalificar y humillar mi
persona hasta el límite, algo que, en mi opinión está fuera de
todo código deontológico en el ejercicio de una profesión. La
sentencia les quita la razón y me la da a mí, pero, tras estos
casi doce meses, ¿cómo reparar el daño causado? Y no solo por este
proceso judicial, sino también por el acto en el cine Olympia, el
“boca a boca” en el pueblo, el intento de recogida de firmas para
ser suspendido del sacerdocio de por vida, la prohibición arbitraria
–para la que no tiene competencias el alcalde- de poder celebrar la
misa y los sacramentos en Cariñena mientras Ortiz presida el
Ayuntamiento... Acusaciones hacia mí que se vertieron en la vista de
búsqueda de protagonismo, de vanidad herida y hasta de querer meter
la mano en la recaudación del festejo taurino o de ser el culpable
de que la iglesia esté cerrada. ¡Cuando he estado cincuenta años
al servicio de la iglesia de Cariñena, siempre dando y siempre
poniendo; nunca quitando.Y jamás se me ha pillado en un renuncio de
ningún tipo! Es ya imposible reparar tanto daño causado. Quedará
ahí de por vida. Pero cada uno dará cuenta al Supremo Juez de
sus propias responsabilidades.
Lo
asumo como parte de la cruz que otros, injustamente, me han querido
cargar, y la llevo junto a la del Maestro, intentando no condenar a
los que me condenan, intentando llevarla con amor, rezando por los
que me persiguen y calumnian y sabiendo –lo tengo muy claro- que
sólo terminará en el Calvario, donde la vida se entrega como
ofrenda, donde el Maligno cree que ha vencido, pero también donde la
gloria se manifiesta en quien ha vivido la fe en Cristo. Siento muy
cercanas esas palabras de la novena al Santo Cristo de Santiago,
cuando se le pide “OS RUEGO ME CONCEDÁIS VIVIR Y MORIR ABRAZADO A
VUESTRA CRUZ”. Así me lo está concediendo el Señor. Y eso es un
don suyo.
En www.elcantarodesicar.com, expongo el texto de la sentencia para que pueda leerlo
quien se interese por él, añadiendo que en un auto de fecha
posterior, la misma jez carga las costas a quienes habían actuado
contra mí. Asimismo,
vuelvo a exponer el artículo que sólo durante 19 horas estuvo donde
yo lo puse. Ahora, libre de
toda sospecha o acusación, es un ejemplo más de la legitimidad de
la libertad de expresión de las personas hacia una función o un
acto público.
Desde esta tribuna que es mi blog personal, y desde mi página web,
doy las gracias a todos
los que, en este largo tiempo, han sufrido conmigo y me han expresado
su cercanía, cariño y comprensión.
En
la bimilenaria ciudad de Zaragoza, junto al Pilar de la Virgen, a 18
de octubre, festividad de San Lucas evangelista, del año del Señor
de 2012.