De entrada, Podemos no. España vive en 2015 abundantes procesos electorales distribuidos a lo largo de todo el año, que culminarán en elecciones generales poco antes de Navidad. La crisis que vie el país va mucho más allá de la índole económica. La crisis política es patente e indiscutible. Hay un descontento generalizado por las políticas de austeridad aplicadas por el Gobierno de Rajoy que, si bien han sido eficaces para salir de la crisis, no se notan todavía en los hogares y en los bolsillos de la gente. El descontento se convierte en indignación con todos los casos de corrupción que afectan a todos los partidos con representación parlamentaria y a los principales sindicatos. Ante este panorama, la gente solo ve dos opciones: o no ir a votar o ejercer un voto de castigo a la clase política. Un voto de castigo de qué manera. Pues ha surgido un nuevo partido político llamado "Podemos" que hace un buen diagnóstico de la realidad española y que polariza el descontento del pueblo. El problema está en que lo que pretenden sus dirigentes es la antiploítica o la destrucción del Estado desde dentro. Jóvenes profesores universitarios copan la cúpula de Podemos. Su método de trabajo dice ser el asambleario. Hablan de devolver la voz al pueblo, el protagonismo al pueblo, de gobernar para el pueblo y para los pobres. Como planteamiento, podría no estar mal, pero olvidan que nuestra democracia es parlamentaria y que la voz del pueblo se encuentra en las instituciones elegidas en sufragio universal por el propio pueblo español. Pablo Iglesias, la cabeza visible de Podemos, plantea una y otra vez que es necesario partir de una Asamblea Constituyente. Pretende elevarse al poder con un sistema que diagnostica como caduco y que no ha funcionado para cargárselo y empezar un nuevo Estado. Las principales propuestas, que no oculta sino que más bien airea, son sacar a España de la OTAN y del Euro. Es decir, aislarla de Europa, buscando apoyos y alianzas en Rusia y China (algo lejanas para nosotros). El adiós a la monarquía y la instauración de una tercera república, lo que le facilitaría el control absoluto del Ejército y de todas las Fuerzas Armadas, puesto que en nuestro sistema, el Rey es el Comandante en Jefe de los tres ejércitos. Eso nos salvó ya de un golpe de estado al que los dirigentes de Podemos no asistieron porque no tenían edad. Aquel febrero del 81, el Ejército obedeció a su Comandante en Jefe, que ha pasado por las tres Academias Militares. De haber tenido un presidente republicano, una vez levantado, el Ejército no se habría echado atrás porque no hubiera reconocido la autoridad de un civil sin formación militar.
Podemos ya logró representación en el Parlamento Europeo, en el que forma grupo con los comunistas. Al principio no escondían esta ideología, aunque ahora afirman más bien que no son izquierda ni derecha, que son ellos mismos. Sus propuestas económicas las firmaríamos todos: subida de salarios, elevar el salario mínimo interprofesional, que paguen más impuestos los que más tienen... Pero no dicen cuál es la partida de eso y de dónde va a salir. La cosa empeora cuando empiezan a decir que España es un país rico y que puede crear trabajo doblando el número de funcionarios. ¿Se imaginan el gasto público sin el respaldo de la producción? ¿Dónde iba a estar la riqueza del país? Y sin el respaldo de Europa, la ruina más absoluta llegaría sin tardar.
Algo muy preocupante es que los principales líderes de Podemos han obtenido en los últimos años ingresos muy por encima de los que obtendrían por su trabajo universitario que, además, requiere dedicación absoluta y es incompatible con cotras actividades económicas. El periodismo de investigación está tras la pista, pero parece ser que buena parte de esos ingresos vienen directamente del Gobierno venezolano. Los implicados defienden que han realizado trabajos para los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua y que esos cientos de miles de euros son su retribución. Y la gente se pregunta: ¿Está Venezuela financiando ileglmente un partido político en España para provocar la explosión del actual Estado e implantar el estilo represivo bolivariano en nuestro país? Según los avances de esas investigaciones periodísticas, todo comenzó ya con la figura de Hugo Chávez. Y lo inquietante es que la situación que vive ahora España parece un calco de la que vivió Venezuela cuando Chávez asumió el poder; y también en Bolivia con el ascenso de Evo Morales. ¿Acaso nos espera la represión política y social, la detención y encarcelamiento de la oposición, el recorte de libertades, la perpetuación de los mismos en el poder, el culto a un líder que le gusta manipular a las multitudes, el racionamiento de alimentos, la quiebra económica del país?
El segundo en la cabeza de Podemos, Íñigo Errejón, ha sido soprendido cobrando 2500 euros al mes en una universidad por un trabajo que no estaba realizando. El tercero, Juan Carlos Monedero, ha tenido que presentar a Hacienda una declaración complementaria cuano se ha sabido inspeccionado por esta institución del Estado. El propio Pablo Iglesias tuvo que ampliar su declaración de bienes presentada en el Parlamenteo Europeo semanas después de presentar la primera. ¿Es que no planea sobre ellos la corrupción que dicen que quieren erradicar antes, incluso, de que puedan entar en la política española? ¿De esta guisa quieren ellos regenerar el país y se sienten moralmente aptos para esa tarea? Podemos no tiene aún un solo concejal, un solo diputado autonómico y ni un solo representante en las Cortes españolas. Esta semana, mientras en el Parlamento se celebraba el Debate sobre el Estado de la Nación, celebraba Pablo Iglesias un "debate paralelo" en rueda de prensa, de casi una hora, ausentándose así del pleno en el Parlaento europeo en el que ocupa un escaño y por el que cobra 18000 euros al mes. En el acto se autoproclamó el "verdadero líder de la oposición", menospreciando a los representantes del pueblo que han sido votados y que ocupaban sus escaños en el palacio de las Cortes. Este es el ejemplo que nos da frente a los de la "casta corrupta" como él mismo los llama.
Nuestro sistema democrático nace del consenso político de todas las fuerzas, que celebraron las primeras elecciones demcoráticas en 1977 y consensuaron la Constitución de 1978. La representación parlamentaria es pluripartidista, aunque solo los conservadores y los socialdemócratas han tenido representantes suficientes como para asumir el Gobierno; y en muchas ocasiones han tenido que ejercerlo en coalición o con pactos puntuales con otras fuerzas nacionalistas. Esto ha funcionado y sigue funcionando. Es verdad que hay que erradicar la corrupción; muchas voces piden a gritos una reforma de la Constitución que se adapte a la realidad actual. Pues habrá que ponerse a ello. Lo último que necesitamos es que nos vengan los recién erigidos "salvadores de la patria" que intenten dinamitarla para hacerla a su imagen y semejanza.
Como un dron cargado de misiles, el totalitarismo planea sobre las cabezas de los españoles. Que la gente no se deje engañar y que no polarice el voto de la indignación y de castigo sobre los actuales políticos en las candidaturas de Podemos. Recen por España, por favor, recen para que estos profesores, que se creen más dignos y mejores que los demás aunque cometiendo sus mismos errores, no puedan aplicar sus lecciones de despotismo ilustrado sobre el pueblo español. Que en las elecciones de este año se puedan superar todos los índices de participación; que no se queden en casa los votantes de PP y de PSOE; nos va en ello nuestro ser, nuestra dignidad, nuestra libertad. Será la manera de salvar España... al menos de Podemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario